En los primeros años de la infancia, el cerebro del niño tiene una alta capacidad para crear nuevos circuitos neuronales con base en los nuevos aprendizajes y las experiencias vividas. Es lo que se conoce como plasticidad cerebral.
Este sería el principal objetivo de la intervención estimulación temprana: “entrenar” y estimular el cerebro en el momento crítico en que el niño empieza a pronunciar sus primeras palabras, a desplazarse y a explorar el mundo por sí mismo.
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Los programas de Estimulación Temprana trabajan en tres áreas clave del neurodesarrollo de los niños en edad temprana:
La Estimulación Temprana se asegurará que el pequeño alumno pueda extraer el mayor provecho del proceso de aprendizaje y adquiera nuevas estrategias eficaces en la manera de interactuar con su entorno. En definitiva, que el niño aprenda a aprender.
La metodología que utilizamos siempre tendrá un carácter lúdico. Los niños aprenden jugando, a través de juegos didácticos, ejercicios de psicomotricidad y recursos musicales, entre otros.
